La revolución de la inteligencia artificial está dando un gran impulso a la economía de Taiwán, impulsando niveles récord de exportación y presentando una lucrativa oportunidad para los inversores. El año pasado, las empresas de la isla enviaron unidades de procesamiento gráfico (GPU) y equipos relacionados por valor de más de 42.000 millones de dólares, lo que ha convertido a Taiwán en un actor crucial en el escenario tecnológico mundial. Este fuerte incremento respecto a las cifras casi insignificantes de años anteriores subraya el papel clave de Taiwán en los sectores de la IA y los semiconductores.

 

Crecimiento explosivo de las exportaciones de GPU

 

Los datos de aduanas publicados el miércoles revelan que las exportaciones de GPU y otros equipos alcanzaron los 3.500 millones de dólares el mes pasado, lo que supone un asombroso aumento del 422% respecto al mismo periodo del año anterior. Estados Unidos se ha convertido en el mayor comprador de estos chips, esenciales para el procesamiento gráfico y la formación en inteligencia artificial y fabricados por empresas líderes como Nvidia Corp. (NASDAQ: NVDA). El interés mundial por estas tecnologías avanzadas se refleja también en el aumento de la demanda de los Países Bajos y Hong Kong.

 

Resultados globales de las exportaciones

 

El Ministerio de Finanzas de Taiwán informó el martes de que las exportaciones totales aumentaron un 23,5% en junio, hasta casi 40.000 millones de dólares. Los envíos de ordenadores y hardware relacionado también experimentaron un fuerte crecimiento, aumentando un 324% hasta los 6.600 millones de dólares gracias a la fuerte demanda de las industrias tecnológicas emergentes. Beatrice Tsai, jefa de estadística del Ministerio, declaró que Taiwán está "entrando en la temporada alta de exportaciones desde julio", y se espera que las exportaciones de este mes igualen o superen las de junio. Este optimismo se ve respaldado por el papel clave de Taiwán en la cadena mundial de suministro de semiconductores, especialmente como sede de Taiwan Semiconductor Manufacturing Co (NYSE: TSM), el principal fabricante de chips del mundo. Es importante señalar que TSMC, que suministra chips a gigantes multinacionales como Nvidia y Apple Inc, junto con su extensa red de proveedores de componentes, fabrica la mayoría de los semiconductores de gama alta del mundo.

 

¿Qué nos depara el futuro?

 

Taiwán se ha beneficiado especialmente del auge de la inteligencia artificial y de una recuperación cíclica de la tecnología, que debería seguir apoyando el crecimiento de las exportaciones en los próximos meses. [1] Las exportaciones de circuitos integrados han vuelto a repuntar tras un periodo de ralentización. Los envíos a EE.UU. aumentaron más de un 74% en junio, y el fuerte crecimiento de las exportaciones a los países de la ASEAN ayudó a compensar la ralentización económica de China. El aumento de los envíos de GPU impulsó el comercio con EE.UU. hasta niveles récord. En junio, Taiwán exportó a EE.UU. mercancías por valor de más de 9.000 millones de dólares, el tercer mes más alto registrado, justo por detrás del máximo de marzo.

 

Potencial de inversión en el sector tecnológico de Taiwán

 

Para los inversores, el papel clave de Taiwán en la cadena de suministro mundial de semiconductores, especialmente en el sector de la IA, representa una oportunidad significativa. La continua demanda de chips de gama alta y hardware relacionado, impulsada por la revolución de la IA, sitúa a las empresas taiwanesas en una posición que les permite seguir aumentando las exportaciones. Invertir en actores clave de este ecosistema, como TSMC y sus filiales, ofrece una oportunidad prometedora a medida que la expansión de la IA sigue impulsando la innovación tecnológica a nivel mundial. La importancia estratégica de Taiwán y la capacidad de sus fabricantes nacionales para satisfacer la elevada demanda de tecnologías de vanguardia lo convierten en un mercado lucrativo para los inversores con visión de futuro. [2]

 

[1,2] Las declaraciones prospectivas se basan en suposiciones y expectativas actuales, que pueden ser inexactas, o en el entorno económico actual, que puede cambiar. Tales afirmaciones no son garantía de resultados futuros. Implican riesgos y otras incertidumbres difíciles de predecir. Los resultados pueden diferir sustancialmente de los expresados o implícitos en las afirmaciones de carácter prospectivo.