La producción industrial y las ventas minoristas decepcionan
La Oficina Nacional de Estadística de China informa de que la producción industrial creció un 3,5% en mayo respecto al año anterior, por debajo de las expectativas. Este ritmo de expansión supone una ralentización respecto al crecimiento del 5,6% registrado en abril. Del mismo modo, las ventas al por menor, un indicador clave de la confianza de los consumidores, aumentaron un 12,7% en mayo, por debajo de las previsiones de crecimiento del 13,6% y ralentizándose con respecto al 18,4% registrado en abril.
Señales de debilidad en varios sectores
Varios indicadores económicos, como las encuestas de fábricas, los datos comerciales, el crecimiento del crédito y las ventas de viviendas, apuntan a una moderación del crecimiento de la economía china. La producción de acero bruto registró descensos interanuales e intermensuales, mientras que la producción diaria de carbón también cayó en mayo. Estos datos contradicen las expectativas de los analistas de una recuperación más fuerte, dado el escaso efecto de base de las estrictas restricciones antipandémicas del año pasado.
La necesidad de estímulos
Los economistas subrayan la importancia de introducir políticas de flexibilización a gran escala como primer paso para apoyar la lenta recuperación económica de China. Sin embargo, advierten de que la economía puede tardar entre dos y tres años en estabilizarse por completo. El Gobierno ha fijado un modesto objetivo de crecimiento del PIB de alrededor del 5% para este año, lo que refleja la necesidad de nuevos estímulos.
Reacción del banco central
El banco central chino ha tomado medidas para hacer frente a la ralentización económica. Por primera vez en 10 meses se ha recortado el tipo de interés de la facilidad de préstamo a medio plazo a un año, y se esperan nuevas reducciones de los tipos básicos de referencia para préstamos. Las medidas del banco central pretenden proporcionar liquidez y estimular la actividad económica.
Desafíos en el sector inmobiliario
El sector inmobiliario, que históricamente ha sido un importante motor de la economía china, se enfrenta a una persistente debilidad. La inversión inmobiliaria registró en mayo su mayor descenso, al menos desde 2001, cuando se contrajo un 21,5% interanual. El crecimiento de los precios de la vivienda nueva también se ralentizó. Los analistas predicen que el sector pasará apuros en los próximos años.
Mercado laboral y confianza del consumidor
El mercado laboral chino se enfrenta a sus propias dificultades, con un desempleo juvenil que ha alcanzado la cifra récord del 20,8%. El número de huelgas en las fábricas chinas ha alcanzado su nivel más alto en siete años debido a la debilidad de la demanda mundial, lo que ha provocado recortes salariales y cierres de fábricas. Estos factores están minando la confianza de consumidores y empresas, lo que sigue frenando el crecimiento económico.
Conclusión
La economía china se enfrentó a vientos en contra en el segundo trimestre de este año, a medida que la recuperación post-pandémica pierde impulso. El crecimiento de la producción industrial y de las ventas al por menor no alcanzó las expectativas, lo que refuerza la preocupación por la salud de la recuperación china. Se espera que se introduzcan nuevas medidas de estímulo y ajustes políticos para contrarrestar estos retos. El camino hacia una recuperación económica sostenida puede requerir tiempo y esfuerzos concertados para abordar el complejo conjunto de factores nacionales y mundiales que afectan a la economía china.