Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. (TSMC), un fabricante líder de semiconductores y socio clave de gigantes tecnológicos como Nvidia y Apple, publicó una parte de los resultados trimestrales que superaron las expectativas del mercado. La compañía registró un aumento interanual del 39% en los ingresos, reportando ventas de Taiwán de $ 759.7 mil millones ($ 23.6 mil millones) para el tercer trimestre de 2024, superando el pronóstico promedio de los analistas de TWD 748 mil millones. Este fuerte crecimiento ha calmado los temores de los inversores de que el gasto en hardware de IA está empezando a estancarse.
Un actor clave en el boom de la IA
TSMC es una de las principales empresas en el centro del crecimiento global de las inversiones en el desarrollo de la inteligencia artificial (IA). La compañía produce chips avanzados que son esenciales para entrenar modelos de IA. Desde 2020, sus ingresos se han duplicado con creces, en gran parte gracias a tecnologías innovadoras como ChatGPT, que han provocado una mayor demanda de hardware de Nvidia para granjas de servidores de IA.
A pesar de que algunos analistas empiezan a cuestionar la sostenibilidad de este crecimiento, TSMC ha conseguido convencer a los inversores de la continua demanda de sus productos. Las acciones de la empresa se han duplicado con creces desde el lanzamiento de ChatGPT, y la capitalización bursátil de la empresa superó brevemente la marca de 1 billón de dólares en julio de 2024.* La empresa también elevó en su momento sus perspectivas de crecimiento de los ingresos en 2024, destacando la esperada demanda continua de infraestructuras de IA a pesar de las crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
El futuro de la IA y los beneficios para TSMC
Aunque ha habido preocupaciones sobre la sostenibilidad de la demanda de tecnologías de IA, especialmente en el contexto de la infraestructura de empresas como Meta y Google, TSMC sigue creyendo en un crecimiento constante del gasto en IA. Las empresas tanto de Estados Unidos como de China, incluidas Microsoft y Baidu, están compitiendo para desarrollar las aplicaciones de IA más avanzadas. En base a esto, esta carrera está impulsando el crecimiento de los pedidos de TSMC, especialmente en el área de hardware de computación de alto rendimiento, que ahora representa más de la mitad de los ingresos de la compañía.
Aunque algunos analistas asumen que los retrasos en la entrega de nuevos chips de Nvidia (serie Blackwell) pueden afectar temporalmente a la demanda, la mayoría de los inversores no ven esto como un problema a largo plazo para TSMC. Con competidores como Intel y Samsung todavía compitiendo por un lugar en el mercado, es probable que TSMC mantenga su liderazgo en el sector de fabricación de chips personalizados. Además, las recientes declaraciones de Hon Hai Precision Industry, principal socio de ensamblaje de servidores de Nvidia, confirman que la demanda de hardware de IA sigue siendo fuerte.
Sólidas perspectivas para 2024 y más allá
TSMC sigue esperando un crecimiento de los ingresos y los beneficios, principalmente debido a los elevados pedidos de empresas como Nvidia e Intel, que deberían compensar los posibles descensos de la demanda de chips para los nuevos iPhones. [1] Una parte importante de los planes futuros de TSMC es también el lanzamiento de la producción en masa de chips con tecnología de 2 nanómetros (N2) y la expansión de las capacidades de empaquetado avanzado de chips (CoWoS) en 2025.
Conclusión
TSMC es actualmente uno de los actores más importantes en el desarrollo global de las tecnologías de IA. Con el aumento constante de la demanda de chips avanzados y la inversión continua en infraestructura de IA, la empresa tiene un historial estable para mantener su impulso de crecimiento. Para los inversores que buscan una posición en el sector de la inteligencia artificial y la tecnología avanzada de semiconductores, TSMC sigue siendo una opción atractiva con un alto potencial de crecimiento en los próximos años.
* El rendimiento pasado no es una garantía de resultados futuros.
[1] Las declaraciones prospectivas se basan en suposiciones y expectativas actuales, que pueden ser inexactas, o en el entorno económico actual, que está sujeto a cambios. Dichas declaraciones no son una garantía de rendimiento futuro. Implican riesgos y otras incertidumbres que son difíciles de predecir. Los resultados podrían diferir materialmente de los expresados o implícitos en cualquier declaración prospectiva.